Día Mundial del Pulmón 2020: Infecciones Respiratorias | 25 de septiembre
21-09-2020
21 de septiembre de 2020
Compartimos con todos los colegas de América Latina las declaraciones y los materiales de divulgación para este próximo Día Mundial del Pulmón, a celebrarse en el mundo entero este 25 de septiembre.
Infecciones respiratorias
En 2020, la pandemia del coronavirus (COVID-19) hizo que el mundo tomara conciencia de lo mortales que pueden ser los virus respiratorios mientras nos enfrentamos al desafío de este nuevo coronavirus.
En realidad, las infecciones respiratorias se encuentran entre nosotros desde hace mucho tiempo y seguirán siendo una de las mayores causas de sufrimiento y muerte. Además de virus, existen muchas otras causas de infecciones respiratorias que provocan muchas enfermedades. Entre ellas se encuentran las bacterias, hongos y otros organismos que pueden infectar las vías respiratorias superiores (nariz, senos paranasales y garganta) y, lo que es aún más preocupante, las vías respiratorias inferiores y los pulmones (como la bronquitis y la neumonía).
Pueden causar síntomas tales como tos, dificultad para respirar, expectoración verdosa y disnea, así como síntomas generales como fiebre, malestar y pérdida de peso. También puede presentarse dolor en el pecho al respirar o toser.
Los problemas de las infecciones respiratorias en el mundo
- La neumonía es la principal causa de muerte en niños y ancianos.
- Mueren casi 700.000 niños por año a causa de neumonía.
- A causa de neumonía mueren 2 niños por minuto.
- El 80 por ciento de las muertes se producen en niños menores de 2 años y adultos mayores de 65 años.
- Casi todas las muertes ocurren en países de ingresos bajos y medios [1].
- Entre los factores de riesgo se encuentran la edad, tabaquismo, enfermedades crónicas y enfermedades que debilitan el sistema inmunológico.
- Todos los años hay 10 millones de nuevos casos de tuberculosis (TB) y 1,5 millones de muertes.
- Las muertes se producen principalmente en niños menores de 5 años y en adultos entre los 20 y los 35 años.
- Más del 95 por ciento de las muertes se producen en países de ingresos medios y bajos.
- La tuberculosis es la principal causa de muerte relacionada con la resistencia a los antibióticos y la principal causa de muerte de pacientes con VIH. En 2017, el 30 por ciento de las muertes por VIH se debieron a tuberculosis.
- 4.383 personas por día mueren a causa de tuberculosis y 27.397 enferman de tuberculosis [2].
- Las cepas resistentes a los medicamentos son cada vez más importantes y el acceso a un tratamiento adecuado pero costoso es limitado.
- Para 2030, un retraso de cinco años en la inversión en I+D para nuevos recursos contra la tuberculosis daría como resultado:
-
- 13,9 millones de personas más enfermarán de tuberculosis.
- 2 millones de muertes más a causa de tuberculosis [3].
- Entre los factores de riesgo se encuentran las personas infectadas recientemente con la bacteria de la tuberculosis y personas con enfermedades crónicas que debilitan el sistema inmunológico.
Covid-19
- COVID-19 es actualmente una pandemia causada por un coronavirus.
- Las infecciones respiratorias virales pueden ocurrir en epidemias y propagarse rápidamente dentro de las comunidades de todo el mundo, para convertirse así en pandemias mundiales.
- COVID-19 es una de esas infecciones respiratorias virales que afectó a más de 25 millones de personas en todo el mundo provocando la muerte de casi 860.000 hasta principios de septiembre de 2020. Es probable que la carga aumente exponencialmente en el corto plazo [4].
- Las personas mayores, y las personas con enfermedades preexistentes tales como presión arterial alta, problemas cardíacos y pulmonares, diabetes o cáncer, tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves con COVID-19. Sin embargo, cualquier persona puede contraer COVID-19 y enfermarse gravemente.
Coronavirus (COVID-19)
Se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo grave (SARS).
El coronavirus descubierto más recientemente (SARS-CoV-2) causa la enfermedad del coronavirus COVID-19. Este nuevo virus y enfermedad eran desconocidos antes de que comenzara el brote en Wuhan, China, en diciembre de 2019. COVID-19 es ahora una pandemia que afecta a muchos países de todo el mundo.
¿Es COVID-19 una infección respiratoria?
Sí, COVID-19 es una infección respiratoria. Sin embargo, el virus puede afectar a todo el cuerpo. La dificultad para respirar con bajos niveles de oxígeno es la razón más común para ir al hospital o necesitar cuidados intensivos.
¿Cuáles son los síntomas específicos asociados con COVID-19?
Los síntomas más comunes de COVID-19 son fiebre, tos seca, dificultad para respirar y cansancio.
Hay otros síntomas menos comunes y pueden afectar a algunos pacientes, entre ellos se encuentran los dolores, congestión nasal, dolor de cabeza, conjuntivitis, dolor de garganta, diarreaoea, pérdida del gusto o del olfato, erupción en la piel o decoloración de los dedos de las manos o de los pies. Estos síntomas suelen ser leves y comienzan gradualmente.
Algunas personas se infectan, pero solo tienen síntomas muy leves.
La mayoría de las personas (alrededor del 80 por ciento) se recuperan del COVID-19 sin tratamiento hospitalario. Una persona de cada 5 que contraer COVID-19 se enferma gravemente y tiene dificultad para respirar. Es probable que el 15 por ciento de los que se recuperan tengan síntomas persistentes [5].
Los niños tienen un riesgo mucho menor de contraer COVID-19 grave – la mayoría de las infecciones infantiles son leves o asintomáticas. Un pequeño número de niños desarrolló una afección inflamatoria.
Prevención
¿Cómo prevenimos las infecciones respiratorias?
Podemos prevenir muchas infecciones respiratorias mediante la vacunación. Las vacunas contra la gripe, la neumonía neumocócica, el sarampión, la tuberculosis (BCG reduce la muerte y la morbilidad de esta enfermedad en niños pequeños) y la tosferina (Tos convulsa) se utilizan ampliamente.
Algunas infecciones ('gripe', COVID-19) se propagan tocando las superficies infectadas y luego tocando la nariz o la boca. El lavado de manos es muy importante.
Otras infecciones se propagan al inhalar el germen ya sea por la exposición a la tos de otros pacientes (como tuberculosis, COVID-19) o por el aire. El uso de una mascarilla es muy eficaz para prevenir la transmisión
Algunas infecciones tropicales se tragan o entran a través de la piel y luego encuentran su camino al pulmón (gusanos). Una vez más, lavarse las manos antes de comer es importante. Es más seguro nadar en piscinas cloradas y en el mar en lugar de hacerlo en ríos de agua dulce, lagos o estanques.
Para prevenir infecciones se debe mantener una buena salud y nutrición: es fundamental tener una nutrición adecuada en la infancia y se debe amamantar a los bebés para prevenir infecciones.
Recomendaciones para prevenir el COVID-19
Es posible reducir las posibilidades de infección y propagación del COVID-19 tomando algunas simples precauciones; la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualiza regularmente estas recomendaciones y también se debe seguir los consejos y regulaciones de los gobiernos locales;
- Usar mascarilla. El uso de mascarilla es una de las medidas más eficaces para prevenir la propagación del virus. Se debe usar mascarilla en todo momento especialmente en lugares públicos.
- Lavarse las manos. Limpiar las manos periódica y minuciosamente con un desinfectante a base de alcohol o lavarlas con agua y jabón. ¿Por qué? Lavarse las manos con agua y jabón o limpiarlas con un desinfectante a base de alcohol mata los virus que pueden estar en las manos.
- Distancia. Mantener la distancia física recomendada (normalmente 2 m) entre los demás. ¿Por qué? Cuando alguien tose, estornuda o habla, esparce pequeñas gotitas de la nariz o la boca que pueden contener el virus. Si la persona tiene la enfermedad al estar demasiado cerca, se pueden inhalar estas gotitas junto con el virus del COVID-19.
- Evitar las multitudes. Evitar ir a lugares llenos de gente. ¿Por qué? Cuando las personas se reúnen en multitudes, es más probable entrar en contacto con personas infectadas con COVID-19 y es más difícil mantener la distancia física.
- Evitar tocar los ojos, la nariz y la boca. ¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies y pueden alzar el virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. A partir de ahí, el virus puede entrar en el cuerpo e infectarlo.
- Buena higiene respiratoria. Se debe tener la precaución que todas las personas que te rodean sigan una buena higiene respiratoria. Esto significa cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar con el codo o con un pañuelo de papel, el cual se debe desechar inmediatamente para luego continuar con el lavado de manos. ¿Por qué? Las gotitas esparcen el virus. Al seguir una buena higiene respiratoria, se protege a las personas que te rodean del resfriado, la gripe y COVID-19.
- Aislamiento. Quédate en casa y aíslate aún con síntomas leves como tos, dolor de cabeza, fiebre leve, hasta que te recuperes o si has tenido contacto con alguien que tiene COVID-19. Que alguien te provea de provisiones. Si necesitas salir de casa, usa una mascarilla o cubre boca en público según sea lo recomendado por el país. ¿Por qué? Evitar el contacto con los demás y usar mascarilla protege de posible COVID-19 y otros virus.
Tratamiento
- Neumonía. La neumonía se puede tratar con antibióticos; la neumonía grave puede necesitar el uso de oxígeno.
- Tuberculosis. La mayoría de las personas que contraen tuberculosis pueden curarse y reducir la transmisión posterior de la infección con un diagnóstico precoz y tratamiento con antibióticos de primera línea durante 6 meses. No continuar el ciclo completo de los medicamentos prescritos adecuadamente puede resultar en una recaída y transformarse en farmacorresistente, lo que la hace más difícil de tratar y representa un riesgo para los demás. Por esta razón, se recomienda seguir una terapia supervisada o terapia de observación directa del tratamiento convencional para asegurar la observancia durante todo el tratamiento.
- COVID-19. Actualmente no existe un tratamiento específico para el COVID-19. El tratamiento tiene como objetivo aliviar los síntomas hasta la recuperación. Actualmente se están investigando vacunas y opciones de tratamiento en todo el mundo.
En 2020, el Día Mundial del Pulmón requiere de investigaciones para prevenir, detectar y tratar las infecciones respiratorias, en particular el COVID-19 y la tuberculosis
- Seguridad sanitaria y prevención de futuros brotes de COVID-19.
- Pruebas predictivas que muestren quién es inmune y quién desarrollará la enfermedad a partir de nuevas infecciones.
- Estudios de diagnóstico para identificar y tratar a las personas en riesgo de que la enfermedad avance una vez infectadas.
- Ensayos controlados aleatorios de alta calidad que permitan desarrollar las mejores vacunas y tratamientos.
- Acceso a vacunas y tratamientos eficaces y asequibles para todos.
- Educación para todos sobre los beneficios y la seguridad de las vacunas antigripales y neumocócicas, así como la vacuna COVID-19 una vez desarrollada.
Referencias
[1] FIRS: Forum of International Respiratory Societies. The Global Impact of Respiratory Disease – Second Edition. Sheffield, European Respiratory Society, 2017.
[2] Global Tuberculosis Report 2018, pub. World Health Organization: https://www.who.int/tb/publications/global_report/en/.
[3] Stop TB Partnership. The Paradigm Shift 2018-2022.
[4] John Hopkins University & Medicine. COVID-19 Dashboard (Online). https://coronavirus.jhu.edu/map.html, accessed 02.09.2020, 09:10.
[5] World Health Organization Q&A on coronaviruses (COVID-19) https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/question-and-answers-hub
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