Chile: Convenio Marco para el Control del Tabaco y los desafíos pendientes
07-09-2017
7 de setembro de 2017
“En este local fumamos todos”
Así reza el letrero de un concurrido restaurante santiaguino, captado en el nuevo informe “Chile: Situación del tabaquismo a cinco años de la ratificación del Convenio Marco para el Control del Tabaco y los desafíos pendientes”, presentado por Chile Libre de Tabaco el 20 de noviembre de 2010.
El documento, que revisa los compromisos asumidos por Chile al ratificar, en 2005, el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco, demuestra “las grandes deudas que aún tenemos que saldar en legislación, fiscalización y tratamiento para dejar de ser el país más fumador de América y el 18º en el mundo” dice Dra. Lidia Amarales, ex sub secretaria de salud e integrante de Chile Libre de Tabaco, una iniciativa de expertos nacionales y organizaciones sociales impulsada por Fundación EPES.
El documento detalla los artículos sin cumplir, las metas sanitarias sin alcanzar y la influencia de la industria tabacalera. Sus cifras develan niveles de tabaquismo que “nos dejan igual que el cigarro: sin aliento”, dijo María Teresa Valenzuela Schmidt, autora del informe. Entre ellas:
- la brecha entre hombres y mujeres que fuman se ha reducido en forma preocupante: de 47% vs. 20% en 1971 a 46,3% vs. 41% en 2004
- el alto nivel de consumo (más del 50%) en los adultos jóvenes (19 a 34 años)
- el récord de tener a los escolares entre 13 y 15 años más fumadores de América Latina
- la creciente inequidad de consumo entre el nivel socioeconómico bajo y alto.
El informe reconoce el comienzo de un tibio descenso en el consumo (de 42,4% a 41,2% en la población general), impulsado por la Ley del Tabaco de 2006. Desde entonces, el consumo de tabaco en escolares ha disminuido en 9 puntos, debido a la prohibición absoluta de fumar en las escuelas y de vender cigarrillos en la entrada de los colegios.
La falta de cumplimiento cabal del Convenio Marco se refleja en estos magros resultados y la urgente necesidad de bajar las altas tasa de consumo. Por lo tanto, en el informe, Chile Libre de Tabaco recomienda, por la vía de una reforma a la Ley 20.105, las siguientes medidas:
- Prohibición absoluta de fumar en los espacios públicos cerrados, especialmente en bares y restaurantes: queremos ambientes 100% libres del humo del tabaco.
- Subir significativamente el impuesto específico al tabaco: es absolutamente insuficiente el 3% ya implementado, más aún, cuando el compromiso inicial fue aumentar entre 7% a 10% del impuesto.
- Prohibir publicidad del tabaco en los puntos de venta.
- Aumentar el número de advertencias gráficas en las cajetillas e implementar otras medidas para advertir sobre los peligros del consumo, con campañas y programas de prevención focalizados en escolares y mujeres.
- Prohibir la publicidad encubierta de los cigarrillos, la que se aprecia fundamentalmente en películas, programas de TV y publicaciones de prensa.
- Crear y mantener programas de cesación del tabaquismo en los establecimientos de salud de la red pública, para apoyar también a aquellas personas que intentan dejar el cigarro y requieren ayuda para hacerlo.
- Cambiar las condiciones para la fiscalización de la Ley, dándole atribuciones a las personas para denunciar las infracciones y a la SEREMI para sancionar.
- Implementar programas de prevención del tabaquismo y campañas en los medios masivos.
La presentación del informe de Chile Libre de Tabaco coincide con la clausura de la Conferencia de las Partes (COP4) del Convenio Marco que se realizó esta semana en Uruguay con la participación de autoridades chilenas. Chile todavía no ha entregado su reporte oficial correspondiente a los cinco años de implementación del tratado. En su último reporte, del año 2008, el Ministerio de Salud cita la “fortaleza económica y política de la industria del tabaco” como el obstáculo principal para la implementación del Convenio Marco en el país.
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